Mesopotamia, ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, como bien lo menciona el nombre, es reconocida como la cuna de la cultura Occidental, los avances y técnicas utilizadas por esta civilización nos dejaron un legado cultural inacabable, encontramos aquí también el nacimiento de la primera biblioteca.
En el cuadro que encontramos a continuación podemos identificar tres civilizaciones y sus avances, técnicas y como esta descrito se le atribuye la escritura cuneiforme a los sumerios, por otro lado a los babilonios y bajo el reinado de Hammurabi se les atribuye las primeras leyes escritas conocidas como el código de Hammurabi.
En sus inicios, los habitantes de Mesopotamia desarrollaron un sistema de escritura basado en imágenes, en dibujos simples llamados –técnicamente- pictogramas. Utilizaban para ello tablillas de arcilla, cortadas en columnas verticales, en las que grababan esos pictogramas con un punzón afilado que se fabricaba con cáñamo. Poco a poco el sistema se fue perfeccionando: empezaron a escribir de una forma ordenada, de izquierda a derecha y en filas horizontales, tal y como ahora lo hacemos nosotros. Las formas pictóricas empleadas se fueron simplificando, haciéndose más abstractas y también más fáciles de realizar. Así se podía escribir más y más rápido, y también de una forma más sencilla.
El soporte de escritura era la tableta de arcilla, se cortaban en planchas pequeñas las que medían entre 30x40 cm y en su mayoría de 15x20 cm, se utilizó la arcilla por su abundancia en las tierras mesopótamicas, a diferencia de la piedra y la madera.
No solo encontramos en Mesopotamia el desarrollo de la escritura sino también la primera biblioteca, que se ubicaba en Ebla, de ahí su nombre, Biblioteca de Ebla, de la cual se hizo cargo Calímaco luego de ser entregada la responsabilidad por Ptolomeo II.
